Como es bien sabido por todos, la oración y la meditación son formas poderosas de resolver cualquier problema, cumplir cualquier meta y alcanzar cualquier estado de la mente o del cuerpo deseado. En la medida en que se comparte esta energía uno se sintoniza con el Poder Divino, usar con amor este poder increíble nos lleva al logro de nuestros deseos.
Enfocamos la mente en lo positivo, movilizamos hacia afuera la propia energía permitiendo así que más poder pase a través de uno. Al bendecir en beneficio de otros, en lugar de hacerlo directamente en beneficio propio, sorteamos cualquier temor inconsciente que exista respecto de lo que se quiera para uno, y al mismo tiempo actúa para que se incremente el mismo bien en la vida de uno. Las bendiciones que se dan a otros ayudan tanto a ellos como a nosotros mismos.
Primero que nada debemos bendecir todo y a todos, algo tan simple. Al bendecir implica que damos reconocimiento o énfasis a una cualidad positiva, con la intención de que aquello que es reconocido o enfatizado se incremente, perdure o comience a ser.
Algo que debemos dejar de hacer es maldecir, pues cancelamos en alguna medida los efectos de la bendición. De manera que cuanto más se maldice más costará y más tiempo llevará obtener el beneficio de la bendición. Es imposible bendecir y juzgar al mismo tiempo. Mantén en ti ese deseo de bendecir, como una incesante resonancia interior, como una perpetua plegaria silenciosa, porque de este modo serás de esas personas que son artesanos de la paz.
El mundo es lo que uno piensa que es. El mundo que vemos es un reflejo de lo que llevamos en nuestro interior, nuestros programas, nuestras creencias, lo bueno y lo malo, agradable o desagradable, todo… y cada situación que se nos presenta en la forma de un problema, no es más que una oportunidad para que aprendamos a liberarnos de los juicios y de las críticas.
La presente oración es para hacerla a las 9:00 pm, TODOS LOS DÍAS, cada quien desde su casa. Simplemente tomarse unos minutos, enciende velas e inciensos, pon música, si gustas, pide guía, ayuda y protección a la Divinidad para ese momento de introspección. Pidan a los que estén con ustedes en casa que los acompañen. Inviten y envíen a sus amigos.
Los Terapeutas y Maestros Reiki, a todos que trabajan con la Energía Universal, tomen la imagen de Venezuela con la Flor de Lis y procedan a colocar sus símbolos, mantengan entre sus manos y a continuación procedan con la lectura que a continuación les envío:
“Bendecimos, deseamos y queremos incondicionalmente, total y sin reserva alguna, a cada mujer y hombre de nuestra Venezuela,
sea ciudadano venezolano o extranjero.
Invocamos la protección divina sobre todos ellos, sobre nuestras ciudades,
estados, sobre todo nuestro país, y con profundo reconocimiento,
llamamos a la felicidad y la armonía para que reinen sobre cada rincón de Venezuela.
Bendecimos, reconociendo la belleza omnipresente, oculta a los ojos materiales. Activamos la ley universal de la atracción,
que desde la inmensidad el Universo traerá a nuestra vida
exactamente lo que necesitamos, en momento presente, para crecer, avanzar
y llenar nuestra vida de felicidad y armonía.
La energía fluye, recorriendo todos nuestros espacios, hacia cada casa de familia, ciudades, estados… recorre toda Venezuela,
todos los espacios, cada rincón, el momento del poder es ahora,
todo el poder que viene del interior de uno mismo se expande como luz,
iluminando nuestros espacios, caminos y pensamientos,
lo efectivo es la medida de lo verdadero.
Lo siento y reconozco mi responsabilidad por lo que ocurre,
por favor perdóname y me perdono, por toda la realidad que está en mi vida,
te amo y me amo porque somos una creación de Dios y por ser quienes somos. Gracias por el bien que a todos los involucrados otorga, pues a partir de este momento lo que suceda es determinado por la Divinidad.
Así está hecho.
A mi divinidad interna, lo siento, perdóname, te amo, gracias”